En nuestro día a día, podemos observar a personas que hacen “tronar” los nudillos de las manos o doblan sus dedos hacia arriba para hacer que suenen o “crujan”. A menudo esta acción se asocia con una serie de consecuencias físicas, sin embargo, una investigación ha logrado desmenuzar los mitos y realidades sobre el tema.
El doctor Donal Unger, de California, se dedicó durante más de 60 años a “tronar” los dedos de su mano izquierda al menos dos veces al día, y para tener un comparativo, no lo hizo con la derecha. Su investigación concluye: “tronar” los dedos no es causa de artritis.
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