En un anuncio que es verdaderamente sorpresivo, la investigadora australiana Jenny Graves dio a conocer los resultados de un amplio estudio genético según los cuales los hombres se encuentran encaminados en un inevitable proceso de extinción que, según parece, culminará eventualmente con la supremacía demográfica de las mujeres.
Graves es académica de la Universidad de Canberra y una de las científicas más influyentes de su país. Sus conclusiones se basan en la “fragilidad inherente” de la genética masculina en comparación con la femenina, que es, en varios sentidos, notablemente más saludable.
Leer noticia completa en: Contenido.