Hasta ahora, quienes han podido obtener las Google Glass confiesan que muchas veces se sienten raros al salir a la calle debido a la forma que los ven otras personas. El dispositivo, por más que Sergey Brin trate de hacerlo más «cool», todavía no es visto como algo muy normal.
Ahora han aparecido unos documentos sobre una patente solicitada por Google en marzo de 2012, en el que describe una variación de las Google Glass. La diferencia recae en que las Glass están ahora construidas sobre una montura tradicional de gafas.
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