A pesar de que recientemente ha aumentado la consciencia acerca de los efectos negativos que tiene el consumo de refresco en nuestra salud, muchos de nosotros seguimos consumiéndolo diariamente para obtener un golpe de cafeína o una azucarada satisfacción, para superar el bajón de media tarde o para acompañar la comida o la cena.
Los estudios han demostrado que un consumo mínimo de refresco puede causar el aumento de peso, tal vez porque las personas eligen alimentos y bebidas poco saludables en general. Desafortunadamente, el aumento de peso puede ocasionar el desarrollo de diabetes tipo dos y eleva el riesgo de embolia.
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