Muchos estudios de productividad en las empresas se centran en investigaciones de personalidad o de compatibilidad, pero pocos se enfocan al lugar de trabajo. Y de los pocos informes existentes al respecto, todavía son menos los que se han ocupado sobre la iluminación de estos sitios.
Sin embargo, el estudio que aparece en el último número de la revista Journal of Environmental Psychology -realizado por Anna Steidle y Lioba Werth, de la Universidad de Stuttgart y la Universidad de Hohenheim, respectivamente- fue precisamente diseñado para explorar el papel del medio ambiente en la productividad laboral.
«Impulsadas por la idea de que la creatividad de los empleados fomenta la productividad organizacional, las investigadores han estado tratando de identificar los antecedentes de la creatividad», escriben Steidle y Werth. Para esto, se prestó mucha atención a «variables de personalidad, climas organizacionales y factores situacionales». Sin embargo, de acuerdo con el par de investigadoras, el entorno físico de trabajo, en sí «y, por lo tanto, el potencial de la arquitectura y el diseño de los lugares de trabajo para contribuir a sitios de trabajo que estimulen la creatividad» ha ido relativamente inexplorado.
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