Al contrario que los cometas, los asteroides no suelen tener cola, pero existen algunos que expelen polvo a medida que viajan a toda velocidad por el espacio. Astrónomos han fotografiado uno de ellos, la extraña roca denominada P/2010 A2, y han descubierto algo sorprendente. Su cola es mucho más larga de lo que se creía hasta ahora. Mide un millón de kilómetros de longitud, casi tres veces la distancia que existe entre la Tierra y la Luna.
Las imágenes, que fueron tomadas con una nueva cámara óptica de gran campo del telescopio WIYN, de 3,5 metros, en el Observatorio Nacional de Kitt Peak en Arizona (EE.UU.), revelan una cola gigantesca que se extiende más allá de los campos de visión del instrumento.
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