Tras la polémica generada en torno a la llegada de una aplicación de reconocimiento facial, Google ha anunciado que no permitirá el uso de aplicaciones con reconocimiento facial en las Google Glass.
La compañía ha vuelto a insistir que esta funcionalidad no se incorporará al dispositivo de realidad aumentada y, para evitar que desarrolladores externos lancen un servicio similar, ha decidido actualizar las políticas de desarrollo para sus «gafas mágicas». De esta manera, el gigante de internet se cubre las espaldas para evitar posibles demandas y la presión de las adminitraciones.
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