Con la crisis inmobiliaria que estalló hace algunos años, seguramente muchos pensaron en buscar nuevos horizontes para el mercado de los bienes raíces. Pocos, eso sí, deben haber mirado hacia el cielo. Quien sí lo hizo fue el norteamericano Dennis Hope quien, varios años antes -en 1968-, miró a las estrellas y se pregunto si era o no posible poseer un pedazo de la Luna.
Asesorado por expertos se encontró con el Tratado del Espacio Exterior que entró en vigencia en 1967 y que prohíbe a las naciones de la Tierra ejercer soberanía sobre la Luna o cualquier otro cuerpo celeste.
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