3D-Cave. Así es como se llama el simulador de realidad virtual avanzado que utilizan los ingenieros de la firma automovilística Ford para el desarrollo y prueba de sus futuros diseños. Esta tecnología evita que sea necesario realizar múltiples prototipos reales de los interiores y exteriores de los coches, ahorrando costes y tiempo.
Pero, ¿cómo funciona? El ingeniero se monta en una especie de asiento de coche, se pone unas gafas 3D y, de repente, todo se transforma en un mundo virtual hiperrealista que le transporta al interior de un vehículo generado por ordenador. Gracias a esta técnica, los trabajadores pueden probar y redefinir sus diseños, es más pueden “sentirlos” antes de que estén construidos, como explica Michael Wolf, supervisor de realidad virtual de Ford en Europa. “Aunque confiamos en el conocimiento y la imaginación de nuestros ingenieros de prototipado para dotar de vida a los diseños, gracias a este sistema ahora tienen una herramienta mucho más sofisticada para llevar a cabo su labor”, indica.
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