Los insectos voladores pueden llevar a cabo proezas aerodinámicas como evitar un manotazo o aterrizar en una flor agitada por el viento, habilidades que todavía no se entienden completamente.
Desarrollar un robot a escala con esta maniobrabilidad es un reto, ya que las tecnologías convencionales a escala macroscópica resultan inútiles. Por primera vez, un grupo de ingenieros ha logrado construir una máquina con estas características.
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