Las plantas ayudan a frenar el cambio climático al emitir gases que forman nubes, creando un ‘parasol’ sobre el planeta, según los científicos han descrito.
La atenuación del Sol crea un efecto que podría quitar el uno por ciento del calentamiento en todo el mundo y hasta un 30 por ciento a nivel local gracias a los grandes bosques del norte de Siberia, Canadá o los países nórdicos.
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