Científicos de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, podrían tener la respuesta de por qué existe tanta diversidad de gustos musicales, tras haber observado que el origen de todo ello podría estar en varias regiones cerebrales que, según han visto, responden igual cuando escuchamos por primera vez una melodía.
Los autores del estudio, publicado en el ‘European Journal of Neuroscience’, utilizaron imágenes de resonancia magnética para medir la actividad cerebral de 17 adultos mientras escuchaban por primera vez 9 minutos y medio de una pieza de música clásica, del período barroco.
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