Varios estudios han comprobado que la gente casada tiende más a la obesidad. Y una nueva investigación de la Universidad Metodista del Sur (Dallas, Texas) añade a esto que mientras más feliz sea un matrimonio, mayor será la propensión de la pareja a engordar.
Andrea Meltzer –autora del estudio- explica que dio seguimiento a la vida matrimonial de 169 parejas recién casadas, durante cuatro años. En promedio, cada una de estas personas incrementó un punto su Índice de Masa Corporal (IMC); o 2.5 kilogramos, hablando en peso.
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