Alucina Studio comenzó como un negocio de diseño de páginas de internet y campañas digitales, pero en 2012 logró ventas por 8 millones de pesos y un contrato con Mattel para crear un videojuego.
Rodrigo Garrido y Luis Eduardo Jiménez compartían la pasión por emprender desde la secundaria. «Siempre estábamos haciendo cosas, como tratando de crear», dice Garrido.
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