Por años, las inyecciones se han convertido en una pesadilla para chicos y grandes y es que no importa la edad cuando vamos al médico y nos sentencia… “te voy a mandar inyecciones”. El dolor que las agujas hipodérmicas genera es lo peor que nos puede pasar e incluso llegamos a pensar, “de por si estoy enfermo y me van a hacer sentir peor”.
Aunque suene a ciencia ficción, el fin de las agujas hipodérmicas podría estar a la vuelta de la esquina gracias a un nuevo dispositivo láser capaz de inyectar soluciones líquidas de forma rápida, segura y, sobre todo, totalmente indolora.
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