Tras las reacciones de descontento que se generaron entre los usuarios de Instagram, después de que un cambio en los términos de uso señalaba que permitiría la venta de miles de millones de fotografías sin crédito para los autores, la compañía emitió un comunicado en el que asegura que fue una confusión, que nada ha cambiado y que su intención no es vender fotos.
“Nuestra intención en la actualización de los términos era comunicar que nos gustaría experimentar con publicidad innovadora en Instagram. En su lugar, fue interpretado por muchos de que íbamos a vender sus fotos a otros sin ningún tipo de compensación. Esto no es cierto y es nuestro error que el lenguaje fuera confuso”, explicó el co-fundador de Instagram Kevin Systrom.
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