Rusia emuló hoy a China a la hora de apretar las tuercas a internet al introducir una nueva ley sobre información, que incluye una lista negra de páginas web que, según críticos, busca aplacar el ánimo de protesta opositor.
La ley entra en vigor en medio de las incesantes restricciones a las libertades impuestas por las autoridades de este país desde el inicio del tercer mandato presidencial de Vladímir Putin en mayo de 2012.
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