Intentar emular los cerebros de animales superiores para un sistema de Inteligencia Artificial es demasiado complicado. Resulta más sensato comenzar con los cerebros de los insectos sociales, que son sencillos pero muy eficientes, como demuestran las habilidades cognitivas sorprendentemente avanzadas que poseen estas criaturas.
Unos científicos en las universidades de Sheffield y Sussex en el Reino Unido se están embarcando en un prometedor proyecto para producir los primeros modelos informáticos precisos del cerebro de una abeja, en un intento de dar un paso decisivo en el complejísimo campo de la Inteligencia Artificial.
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