Gran parte de los restos fósiles de un oso perezoso gigante que estaba en las cavernas de Vallemí, en Paraguay, fueron sustraídos por desconocidos que los arrancaron de las paredes del subsuelo, informaron hoy radioemisoras locales.
El caso, descubierto este lunes, conmocionó a las autoridades, arqueólogos y paleontólogos paraguayos y extranjeros, algunos de los cuales viajaron a Vallemí, distante unos 600 kilómetros al norte de esta capital, en el departamento de Concepción.
Ver completo en: El Universal