El fabricante de teléfonos móviles Nokia está tratando de vender su sede central en Espoo, Finlandia, como parte de una campaña para deshacerse de activos no estratégicos.
«Estamos evaluando diferentes opciones para partes no esenciales, tales como propiedades inmobiliarias, y eso incluye la sede central», dijo a Reuters su portavoz Maija Taimi.
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