Escuchar música a altos volúmenes puede ser tan nocivo como escuchar un motor de un avión. Y es que se daña la capa, llamada mielina, que cubre las células nerviosas que se alojan en nuestros oídos.
De acuerdo al estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Science, el daño puede provocar sordera temporal, de acuerdo a unos investigadores de la Universidad de Laicester, que lograron ver a nivel celular el daño que se ocasionaba. Además señalan que la exposición continua a un sonido con alto volumen ocasiona sordera permanente.
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