En estos tiempos de combustible caro, un fabricante japonés de sanitarios presentó el miércoles un modelo de motocicleta revolucionario que funciona con un biogas fabricado con excrementos de animales.
Al subir sobre el aparato de tres ruedas para una demostración en las afueras de Tokio, una hermosa azafata del fabricante Toto se apresuró a decir que no era ella quien suministraba el carburante.
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