La medicina tradicional forma parte del sistema real de salud de los mexicanos, junto a la académica (alópata, que se estudia en la Universidad, y homeópata, en el Instituto Politécnico Nacional), la casera y las llamadas alternativas, o complementarias, dijo Carlos Zolla, coordinador de Investigación del Programa Universitario México Nación Multicultural (PUMC), de la UNAM.
Para el universitario, aquélla constituye un recurso fundamental para la salud de la población en áreas rurales del país, así como en amplias zonas urbanas y semi-urbanas.
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