Los amaneceres y las puestas de sol suelen embelesar a la gente, pero en unos días tendrán un brillo especial para quienes los vean en el occidente de Estados Unidos y el oriente de Asia: la Luna pasará frente al Sol, dejando sólo un resplandeciente halo de luz.
Han pasado casi dos décadas desde que un «anillo de fuego» fue visible en territorio estadounidense. Para celebrar el fin de esa larga racha, unos 30 parques nacionales que están en la trayectoria del eclipse organizarán fiestas para verlo.
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