Los cuatro autores del Evangelio coinciden en lo mismo: la crucifixión de Jesús ocurrió un día viernes, a pocas horas del comienzo del Shabbat (día del descanso judío) y durante el gobierno de Poncio Pilato, entre los años 26 y 36 d.C. La fecha exacta del suceso no se menciona.
Intrigados por descubrirla, investigadores del Supersonic Geophysical de Estados Unidos y el German Research Centre for Geosciences de Alemania compararon los movimientos telúricos descritos en el Evangelio de Mateo, entre ellos, el que ocurre durante la misma muerte de Jesús, con aquellos sismos evidenciados en muestras obtenidas del suelo del Mar Muerto.
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