Investigadores de la Universidad de Vermont descubrieron que la mutación del gen SLC6A2, un transportador de norepinefrinas, como la atomoxetina, y variaciones de endofenotipos neuronales están relacionadas con la incapacidad de poder controlar el comportamiento impulsivo, haciendo que los adolescentes sean más propensos al abuso de drogas.
La toma de riesgos, el transgredir los límites y la impulsividad son características comunes que forman parte del desarrollo de los adolescentes en la búsqueda de las herramientas necesarias para obtener la independencia de las figuras paternas.
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