El cambio de conducta en las personas es una idea central detrás de las campañas ambientalistas, en particular, la del cálculo de la huella ecológica personal. Éste se realiza mediante herramientas que indican al usuario la cantidad de superficie planetaria requerida para sostener su actual su estilo de vida. A mayor demanda de recursos, más grande se vuelve la superficie utilizada.
Mediante la visualización de la amplitud de la huella, se busca fomentar el cambio conjunto de las personas hacia estilos de vida más «amigables» con el ambiente, que aseguren el bienestar de futuras generaciones, es decir, que sean sustentables.
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