Científicos estadounidenses y canadienses encontraron, a casi 500 metros bajo tierra, bacterias resistentes a los antibióticos.
¿Cómo pudieron volverse resistentes si viven aisladas? La respuesta podría ser la llave para crear nuevos antibióticos. Y aún más importante, podría ser la llave para la cura de infecciones graves causadas por microorganismos que se han vuelto tan fuertes que prácticamente no existen fármacos que puedan combatirlos.
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