Se dice que hay «oro» escondido en las montañas de documentos que cualquier empresa o institución genera diariamente: información valiosa enterrada en cada texto y que, de ser extraída, serviría, por ejemplo, para hacer análisis de rentabilidad, identificar competencias, monitorear el mercado e, incluso, detectar fraudes.
Sin embargo, leer y analizar esa enorme cantidad de texto en poco tiempo sería, además de tortuoso, humanamente imposible. Por ello, es necesario instrumentar mecanismos que procesen los documentos de manera eficaz y automática. Esto se puede lograr mediante la minería de textos.
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