Emociones como el amor y la amistad o el comer chocolate, estimulan partes del cerebro que provocan el mismo placer que la mariguana o el opio, dijo el investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores, Carlos Beyer.
«La vida emocional es fundamental, sobre todo las sensaciones positivas. Hay sustancias que inyectadas, como la cocaína, que en Estados Unidos le llaman cocaine rush, o levantón, como le dicen los españoles, producen cambios cerebrales y aparentemente experiencias subjetivas muy similares al orgasmo, y evidentemente una forma muy peligrosa de producirse un orgasmo'», aseveró Beyer.
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