Una investigación conjunta del Hospital Mount Sinai, Nueva York, y de la Universidad de Washington permitirá en un futuro cercano efectuar terapias de modificación genética mediante las cuales mutaciones que provocan enfermedades raras como la de Fabry, caracterizada por dolor quemante y extremo, insuficiencia renal, derrame cerebral y muerte prematura, sean prácticamente corregidas y al hacerlo desaparecer la herencia por generaciones.
Fuente: Milenio