NOTICIAS

Perdió México 20 años en producción de nuevas fuentes energéticas, dice especialista

Por considerar el uso de las fuentes limpias de energía como un asunto meramente ambiental, México perdió 20 años en la producción de nuevas fuentes energéticas, aseveró el especialista del IPN Miguel García Reyes.

El jefe del Posgrado de Geociencias y Administración de Recursos Naturales, de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA) del IPN, recordó que en los años setenta y ochenta, el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN, y la Comisión Federal de Electricidad, realizaron investigaciones sobre energías eólica y de radiación solar, pero se suspendieron.

Ahora -remarcó- sufrimos la secuela de la actual crisis petrolera, por lo que el uso de fuentes limpias de energía no sólo debe verse como una cuestión energética o ambiental, sino como de tecnología y de política nacional.

Confió en que México se preparará para contar a mediano plazo con tecnologías de tercera generación para hacer frente a futuras crisis energéticas.

El autor del libro «La Seguridad Energética en el Siglo XXI. Los Nuevos Actores, el Gas Natural y las Fuentes Alternas de Energía», indicó que el cambio climático, la situación petrolera internacional y la seguridad energética nacional son factores que obligan a México a mirar hacia otro tipo de fuentes de energía, para no depender exclusivamente del petróleo.

Recordó que actualmente se presentan conflictos geopolíticos en países de Medio Oriente -de los que proviene el 65 por ciento del petróleo que consume Norteamérica, Europa y las naciones industrializadas de Asia-, lo que propicia la elevación del precio del petróleo, recurso natural del que no se puede depender indefinidamente.

«No tenemos que esperar a que se presente otro cambio brusco en el sector petrolero para iniciar los estudios de la tercera generación de fuentes de energía».

Expuso que los países industrializados tienen más de 20 años de realizar prácticas con energías de tercera generación para producir el Gas Shale o Gas Lutita (hidratos de metano que se encuentran en el fondo del mar).

Fuente: El Sol de México