Aunque el gobierno insiste en que durante el primer trimestre del año se iniciará la construcción de la barda perimetral de la refinería Bicentenario a ubicarse en Tula, Hidalgo, lo cierto es que no existe partida alguna para respaldar el asunto.
En la intención de aplazar indefinidamente el proyecto, dada la idea de comprar al menos tres refinerías en Estados Unidos, se canceló la partida para este 2011, cuyo monto alcanzaría 12 mil 605 millones de pesos.
Lo grave del caso es que hasta hoy nadie sabe/ nadie supo que pasó con la asignada para el año pasado, ésta de 5 mil 700 millones de pesos. Como recordará usted, el costo total de la infraestructura alcanzaría 129 mil millones de pesos, que se suministrarían entre 2010 y 2015.
El problema, naturalmente, es que el gobierno de Hidalgo enfrenta una deuda de mil 500 millones de pesos en su compromiso de pagar el terreno de 700 hectáreas en que se construiría la refinería, sin opción alguna de recompensa. El choque de trenes, pues, está latente.
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