Alcaldes y pobladores de la zona donde se construirá la Refinería Bicentenario coinciden en que el atraso de la obra ha traído incertidumbre y frustración, encarecimiento de la vida en la región y la pérdida de inversiones. Los campesinos relatan que después de que recibieron los pagos por sus tierras, muchos fueron víctimas de la delincuencia y se quedaron sin nada. Otros vieron disminuir sus re cursos por remodelar sus casas y adquirir un camión para participar en la construcción del proyecto, como les prometieron.
El proyecto debió arrancar el año pasado, pero no ocurrió así. Sin embargo, la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) insiste en que el proyecto va en tiempo y forma, pues avanza en aspectos «conceptuales y técnicos». El secretario del Sindicato Nacional de Trabajadores y Empleados Felipe Carrillo Puerto, José Reyes Orozco, señala que hay 60 camiones parados: «La mayoría son de campesinos a los que les dijeron que invirtieran en esas unidades para trabajar en la refinería, y es una lástima porque están parados».
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