El modelo de contrato que aprobó Petróleos Mexicanos (Pemex) la semana pasada para la exploración y producción de tres campos maduros bajo la nueva modalidad, no resulta de interés comercial puesto que dejó abiertos aspectos relacionados directamente con su modelo financiero y operativo, de acuerdo con expertos.
La finalidad, indicaron las fuentes consultadas y que tuvieron acceso directo al documento aprobado por el Consejo de Administración, es darle a dichos contratos la flexibilidad suficiente para realizarle los cambios necesarios de acuerdo con el fallo pendiente entorno a su constitucionalidad, que aún no emite la SCJN.
Al respecto, Miriam Grunstein, especialista en derecho energético, aseguró que con el esquema actual, las empresas contratistas no pueden determinar los costos y riesgos del proyecto, una parte vital para su planeación. «Por el momento no es atractivo ni funcional, está demasiado abierto, con muchas lagunas por llenar… por eso se aprobó porque si hubieran cerrado más los términos quedaría vulnerable ala resolución que emita la Corte entorno a la controversia», dijo.
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