El Senado de la República recibirá formalmente su nueva sede en Paseo de la Reforma este 20 de noviembre, aunque sólo tendrá un pequeño detalle este acto simbólico: la mayor parte del recinto parlamentario que recibirán los senadores todavía se encuentra en obra negra. Con ello, y como se dice coloquialmente, los 128 senadores de las seis fuerzas políticas representadas en la Cámara alta (PAN, PRI, PRD, PVEM, PT y Convergencia) se quedaron «vestidos y alborotados» en su intención de «echar la casa por la ventana» en el año simbólico de los centenarios patrios.
Tras un recorrido ayer por la mañana por las nuevas instalaciones de la Cámara alta -por parte de los líderes senatoriales y los responsables de la empresa constructora encargada de la obra-, y luego de una reunión urgente de la Junta de Coordinación Política en la vieja casona de Xicoténcatl, el acuerdo de los coordinadores parlamentarios provocó más confusión.
«Habrá dos sedes de la Cámara de Senadores», comentó el presidente de la Cámara alta, Manlio Fabio Beltrones, mientras el responsable de la Junta de Coordinación Política, José González Morfin, detalló que el martes 16 los senadores realizarán un nuevo recorrido por el coloso de Paseo de la Reforma para tomar un decisión definitiva, es decir, si las sesiones del pleno se trasladan a este nuevo recinto o si se realiza la mudanza hasta febrero de 2011.
Por lo pronto, los líderes parlamentarios determinaron recibir en «pedacería» sus nuevas instalaciones, ya que el sábado 20 de noviembre sólo harán acuse de recibo del salón de sesiones, además de realizar un acto protocolario de izamiento de la Bandera Nacional por el Centenario de la Revolución Mexicana.
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