NOTICIAS

La Supervía de la discordia

El 2 de agosto pasado la bióloga Ana Mendoza supo que su proyecto de restauración ecológica en la Barranca de Tarango estaba en riesgo. Ese día, autoridades capitalinas iniciaron las obras relacionadas con la Supervía Poniente en la misma periferia en la que ella y un grupo de estudiantes sembraron árboles y arbustos.

La iniciativa, financiada por la Universidad Nacional Autónoma de México, llevaba seis años de aplicación exitosa, pues a decir de Mendoza, el promedio de sobrevivencia de los árboles y arbustos plantados por su equipo era, en el peor de los casos, de 60 por ciento. Con la construcción de la vialidad, los avances corren el riesgo de esfumarse.

Ver más

Ver más de la nota