El cierre de pozos por la presencia del crimen organizado en la Cuenca de Burgos le está costando a Petróleos Mexicanos (Pemex) dejar de producir alrededor de 204 millones de pies cúbicos diarios de gas natural. Entre el 1 de febrero y el 8 de agosto, la producción de la principal zona gasífera del país, que se extiende en los estados de Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León, se ha reducido 12.6% debido a que personal de la paraestatal y de las compañías privadas que operan en la región, bajo el esquema de Contratos de Servicios Múltiples (CSM), se niegan a trabajar por falta de seguridad y ante la creciente presencia del hampa, comentó el presidente de la Comisión de la Cuenca de Burgos de la Cámara de Diputados, Edgardo Melhem Salinas.
Amenazados, presionados y en algunos casos secuestrados para que dejen operar libremente al crimen organizado que está «ordeñando» líquidos condensados de los pozos, empleados y trabajadores de confianza de Pemex han abandonado instalaciones, lo que ha impactado la producción de gas a nivel nacional, detalla información de la Comisión de la Cuenca de Burgos.
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