No obstante la escasez de agua potable que se avecina en el Valle de México se carece de la infraestructura destinada para la recuperación del líquido pluvial, pese a que «el agua de lluvia que cae sería suficiente para garantizar el abasto a toda la población», afirmó en entrevista con MILENIO el director de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento de Conagua Valle de México, Antonio Gutiérrez Marcos. De acuerdo con los cálculos de Conagua, la crisis de la escasez de agua estallará entre los años 2020 y 2025. Es decir, en diez años más. Pero no hay infraestructura para captar los 700 a 770 milímetros de agua de lluvia que cae por cada metro cuadrado anualmente. Noventa por ciento se evapora y otra se va por el drenaje, se pierde.
Pese al escenario crítico que se anuncia no hay políticas públicas al respecto. «La realidad es que no tenemos como Valle de México una infraestructura para el almacenamiento de agua de lluvia y su posterior potabilización». Para él, la situación es clara. «De querer tener un drenaje pluvial, no habría recursos que alcanzaran». La propuesta de Conagua es «aprender a utilizar el agua de lluvia y tener zonas para almacenarla y potabilizarla. Los nuevos desarrollos inmobiliarios deberán contar con este sistemas de captación y hacer una inversión para generar políticas públicas a pozos de infiltración para la recarga del acuífero». Sólo así podría garantizarse a largo plazo el abasto a casi 20 millones de habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México.
Ver más de la nota