¿Y por qué México tiene que ser así?

(…) El sur de México es uno de esos espacios privilegiados que ofrecen la oportunidad de admirar la cultura maya, áreas protegidas, zonas forestales. Para llegar a ellas, los medios terrestres son los más aconsejables, porque permiten ir recorriendo los distintos espacios naturales en los que se ubican, por ejemplo los sitios arqueológicos. Sin embargo, esa vía es la primera dificultad que uno encuentra, es decir las carreteras. Uno no deja de asombrarse del estado tan deplorable que guardan tramos importantes de carreteras federales de cuota que comunican al Distrito Federal con el sureste mexicano. Por ejemplo, partes importantes del tramo que se conoce como La Tinaja padecen de huecos y baches que no sólo lo hacen pensar a uno en l iniquidad de pagar una cuota por una carretera que, en ocasiones, se asemeja a caminos de terracería, sino también por el peligro que significan las averías de estas vías. Otros tramos que guardan condiciones deplorables so l así llamada, autopista que conduce a Minatitlán y Coatzacoalcos, por no mencionar el tramo de Orizaba a Puebla. Estas son apenas unas de las dificultades que un conductor encuentra hoy en algunas de las carreteras principales de México. Y cuando esto ocurre, uno recuerda que, con bombo y platillos, por medio de espots radiofónicos y televisivos, el gobierno federal, en aquella encomienda que tienen de queremos convencer de que vivimos mejor, nos anuncia del esfuerzo de inversión más grande en la historia reciente de México, con el programa de infraestructura denominado PNL Programa Nacional de Infraestructura (…)