El espejismo de la refinería

El 24 de junio, el director de Petróleos Mexicanos, Juan José Suárez Coppel, en el Senado, sede de la Comisión Permanente, quiso cortar un debate: “En síntesis, la refinería va, y va en tiempo”. No lo logró. Bastaron unas semanas para que la Secretaría de Energía atizara el fuego de la polémica en medio del calor electoral. La licitación del primer contrato previsto para lanzarse a principios de 2011 se postergó hasta febrero de 2012. En Hidalgo, a través de sus diputados, surgían las primeras voces poniendo en duda la intención del gobierno federal de seguir con la ruta crítica establecida para la construcción de la refinería Bicentenario. Hasta ahora, Hidalgo no ha visto nada de las 60,000 plazas laborales prometidas (para todo el proceso de construcción), ni de la inversión por 129,000 millones de pesos. Lo único que siente es el peso de una deuda por 1,500 millones de pesos que tuvo que adquirir para pagar los terrenos a los dueños de parcelas en las 700 hectáreas que se necesitan para la refinería (…)

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