¿Y si hubiera sido PEMEX?

“Para conocerme a mí mismo sólo he utilizado una técnica: la sospecha. Para conocer a los demás, siempre he recurrido al recelo”, Carlos Monsiváis. La ingeniosa frase -que data de 1966- es apenas una muestra de la grandeza de este pensador y escritor mexicano, conocido como el último gran cronista popular y fallecido el 19 de junio a los 72 años de edad. Emulando ese sentimiento de sospecha y de interés por indagar en nuestra realidad, haré referencia a inquietudes que me vienen a la mente. Pienso en la hecatombe ecológica que ha generado el derrame del crudo iniciado en el Golfo de México como consecuencia del estallido en la plataforma de exploración de aguas profundas Deepwoter Horízon, operada por British Petroleum. Sospecho que British Petroleum y sus principales directivos no contaban con un plan de Relaciones Públicas. Nadie supo cómo reaccionar ante una explosión donde murieron 11 trabajadores. Nadie supo qué hacer frente a una crisis de proporciones épicas. Nadie supo qué hacer con la prensa, las autoridades norteamericanas y los preocupados habitantes de este mundo. La sospecha de que nadie sabía nada pronto se hizo realidad: desde el fatídico 20 de abril, tanto empresa como directivos han naufragado.

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