Balderas sufre estos días una radical transformación más en su tormentosa vida de poco más de 100 años. Hasta inicios del siglo XIX no existía una calle llamada Balderas. La ciudad terminaba en el Paseo de Bucareli, que era la principal entrada a la capital. Al fondo de Bucareli fue construida La Ciudadela, cerca del acueducto de los Arcos de Belén, un edificio que sirvió como fábrica de tabacos y arsenal de la capital.
A unos metros se encontraba la Cárcel de Belén, que fue trans formada en escuela secundaria y aún da servicio. Entre el paseo Bucareli y el actual Eje Central (San Juan de Letrán) existió hasta la década de 1890 un terreno enorme por el que fueron tendidos rieles del tranvía desde el centro de la ciudad y fue el primer trazo de lo que hoy es Balderas, explicó el ex delegado en Cuauhtémoc José Alfonso Suárez.
El actual mercado de artesanías de La Ciudadela eran los patios de los primeros tranvías, antes, incluso de que se creara la estación Indianilla. Hubo también la propuesta de que en ese predio se construyera la Cámara de Diputados. De esa época subsiste el edificio porfirista que albergara el Instituto de Geografía, y fuera las redacciones de los diarios Novedades y El Universal, en la esquina de Morelos.
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